Wednesday, September 20, 2006

No Es Necesario Saber Tu Nombre


Dime: ¿te gusta así?... parece que ahí es donde más te calienta. ¿Te gusta que te muerda la oreja? Se nota cuando te gusta... se te calienta todo acá abajo (le pongo mi palma abierta y la froto). Lo siento todo. Te cambia la respiración...

Si últimamente he estado esquivo de los carretes típicos, es porque ya fui a todos los carretes típicos que podía ir. Ya bailé. Ya tomé hasta quedar borracho. Ya compartí con huevones que no conocía. Ya mentí con mi número de teléfono. Ahora tomo menos y la paso mejor. No amanezco con mucho dolor de cabeza, ni menos con el resentimiento de haber bailado toda la noche esa mierda de música que bailan todos. No soy alternativo, pero me gustan los lugares alternativos y la gente que anda más tranquila por la vida haciendo cosas sin aparentar mucho. Quizás sea también que estoy más viejo.

A propósito de aquello, puedo contar que mi estimadísimo amigo Memo (del que no tenía noticias hace bastante tiempo) está viviendo total y completamente solo, en un departamento de dos ambientes en Antonio Varas con 11 de Septiembre. Recórcholis. Eso pensé cuando me llamó para contarme de su vida. “¡Y va a quedar la cagá!” le grité por el teléfono repetidas veces antes de pactar el encuentro del fin de semana.

Edificio con pinta de setentero y departamento dúplex. El Memo me abre la puerta, me saluda con exagerada parafernalia y me doy cuenta de que la reunión (carretón / reventón) ya se había armado. Le doy la mano, un abrazo y muestro mi entrada: Alto del Carmen color café. Buen ambiente. Chiquillas simpáticas... amigos del amigo del amigo.... la prima del tío del sobrino del Memo... ¡los muchachos! El Pera, la Chica, el Toti y el Guata, todos borrachos y sonrientes.

- ¡¡¡Benjiiiiiita!!! ¡cómo está perrito!- Al unísono los muchachos

Más gente de la que hubiera imaginado... pero no me quejo, hay buen ambiente. Buena música, a buen volumen. Maroon 5 “Harder to Breathe ”. Benjamín, caliente de mierda, dos minutos y ya quedaste mirando a esa jovencita... porque es una jovencita, no más de diecisiete, con ojos de galán de teleserie centroamericana.

“¿Tú eres amiga del Memo?”, fue lo que dije antes de, incluso, haber tomado una gota de alcohol. Es que de verdad ella me dejó paralizado. Maroon 5 “Sunday Morning” en el aire. “Sí, y compañera de la universidad”, me respondió. ¿En serio? Yo pensé que... ¿cuántos años tienes?, 23 me dijo, y yo no lo podía creer.

Veinte minutos más de preguntas repetidas, con un ambiente increíble. Música notable. Algunos bailaban Strokes, otros trataban de arreglar el mundo, y otros estábamos preocupados de complacer a nuestras hormonas. Un trago por acá, otro por allá... unas risas. Que yo hice esto, que hago esto otro... risas, más risas. Miradas. Miradas fuertes. Miradas cómplices con risas entremedio.

Música luces minutos que pasan noche alcohol. Drogas, algo de drogas simples... marihuana buena sobre todo. Horas que vuelan. Cierro la puerta del baño de golpe.

Benjamín, ¿tienes condón? Póntelo. Háblame. Dime cosas, lo que sea. No aguanto más... (ella abre sus piernas con poca delicadeza) métemelo... sí... así... así.

El ambiente inundado por “Cheated Hearts” de Yeah Yeah Yeahs.

Cierro los ojos y pienso que follo con Karen O de los “Yeahs”. ¡Yeah!






Friday, September 08, 2006

Afortunadamente me Tuvo que Pasar a Mí

1:58 am. Mañana, hoy me tendré que levantar a las ocho. ¡A las ocho! ¿Qué hago escribiendo a estas horas? No sé muy bien. Un poco de locura debe haber detrás de esto. Seguramente. Mi Winamp cargado con las canciones de Arctic Monkeys. Y lo que quizás sea que me mantiene despierto es la asombrosa coincidencia que hace un par de días me ocurrió.

Pero antes, algo que no he contado.

No soy un casanova, definitivamente no... mejor dicho soy un tipo sin polola que no busca una relación estable, pero está propenso y dispuesto a pasar buenos ratos. Dejémoslo así. ¿A qué va esto? A que dentro de mi universo volvió a asomar otra mujer como hace tiempo no ocurría. La verdad es que a veces quisiera que estas cosas no pasaran, cada vez que alguien se me mete en la mente, termina todo convirtiéndose en un tremendo problema. A veces preferiría que todo siguiera así, como un mar sin oleaje. Pero algo dentro mío, una especie de alarma se volvió a encender y otra vez fue a primera vista.

Trigueña de ojos achinados, piel blanca y la mirada más sensual que recuerde. Labios que sobresalen y que parecen ofrecer besos. La miro como si fuera el amor de mi vida. Nunca le he hablado, la verdad es que no me atrevo. Nunca he tenido la posibilidad de hacerlo. A nadie de mis cercanos le gusta, ni siquiera la encuentran atractiva. Camila se llama, lo supe por uno de esos contactos que uno siempre tiene...

- Me gusta ella... la chinita de ahí, la blanquita.
- Se llama Camila, pololea hace mil años, está súper enamorada.

Ella bien sabe que la miro mucho más que lo normal. Ella se sabe mirada y me observa con cara de enojada y yo hago caso omiso y continúo con esa guerra de retinas. Ella se defiende con indiferencia y yo intento imaginarme que me está devolviendo la mirada. Aunque sé bien que no es así. Sé que quiere que la deje de molestar, sé que le incomoda.

Es un sueño. Siempre digo eso de las mujeres que me gustan. Al principio todas las mujeres guapas parecen inalcanzables, pero algo de experiencia me ha demostrado que los imposibles, en estos casos, no existen. El que no se atreve no cruza el río. Y la mayoría no se atreve. Leí que salió un libro de autoayuda en el que se habla del flirteo. En él se dice, entre muchas otras cosas, que las mujeres más guapas, más llamativas para los hombres, son a las que es más difícil llegar, por la poca fe que nos tenemos los machotes, pero es justamente con ellas con quien se tienen mayores posibilidades de éxito. Hablemos de éxito igual sexo o algo así.

Agarré mi mochila y me puse a caminar. Iba atrasado como siempre. A las nueve cuarenta entraba y eran las nueve cuarentaiuno. Bajo a la subterránea estación Universidad Católica, pago mis ciento veinte y me encuentro con la sorpresa de que ella, Camila, está ahí. Ella me mira y se sorprende, yo hago lo mismo, no la saludé. El Toti llega justo y me saluda. Hola culiao... ¿tan tarde hueón? Le respondo con un monosílabo. Aún no me la creo.

Pasa una tarde... por primera soy capaz de entender que ella estaba ahí, porque vive cerca de ahí. Sería lo obvio, por lo menos. Le pregunto a la Chica -que conoce más gente que yo- me dice que sí, que la conoce, que supone que la conoce... que es la ex de su ex. Me da un poco de rabia, pero me interesa mucho que ella no viva a más de diez minutos de mi casa. El mundo es pañuelo, algún estúpido dijo eso alguna vez. Creo que le debe haber pasado algo similar.