Sunday, March 12, 2006

Capítulo 12

No es que yo sea un conservador exacerbado, ni que jamás haya sido infiel, pero que la Ámbar tenga un novio hace más de dos años, me hace pensar en ella como una especie de Fruto del Deseo Prohibido o como una mujer intocable. Pese a esto, me cuesta más de lo que debiera sacármela de la cabeza por los días y, sobre todo, por las noches. Ella no es el tipo de mujer que a mi me gusta, por lo menos el tipo de mujer que no me gustaba. Ni chicas a la moda, ni mozas que la gran mayoría de coyotes encuentra apetecibles, son las damas con las que he tenido algo intenso, o no tan intenso, pero algo al fin. Ella es todo lo contrario: alta, delgada, casi morena y de ojos verdes. Una mujer prototipo. Ámbar tiene aquello que no es visible por fuera, algo que se entiende mirando sus ojos o escuchando su voz. Algo que, quizás, entiendo sólo yo. Algo que me gusta, que me llama la atención, que ha hecho quedarme junto a ella hasta altas horas de la madrugada, escuchando sus tonteras y riéndonos hasta que nuestras guatas no dan más.

Llevamos poco más de una semana durmiendo en el Camping del Tata. Lo que menos tenemos son comodidades. El baño es lo más asqueroso que he visto desde ese retrete en donde tuve un encuentro cercano del tercer tipo con aquella fémina de la Santo Tomás. La Chica y el Guatón se dieron unos besos y ahora no se hablan mucho. El Pera se agarró una penquista que anda veraneando por estos lados junto con su mamá. Ella tiene más tetas que ganas de vivir. Y ganas de vivir, por lo que entiendo, le sobran. Le dije al Pera que prefiero un bonito trasero a un par de senos con porte de Pushing Balls. Me encantan las pechugas inmensas, antes que los traseros bien formados, es como que te guste una moto de velocidad antes que una 4x4 –me respondió el Pera, mientras sellaba su saco de dormir. Me quedé pensando en eso un rato, pero no pude encontrar una explicación. Creo que esa noche me dormí buscando una respuesta a las sabias palabras del Pera.


Suele Suceder

- ¿Dónde está tu pololo?
- En la cabaña. No quiere salir hoy. Él te odia. –Me dice Ámbar, mientras se ordena el pelo con las dos manos.
- ¡Me odia! Pero ¿yo qué le hice?
- Me dijo que contigo me pongo rara, que cuando estoy contigo no soy igual, que no lo pesco.
- Celoso.
- Fastidioso, a veces.
- Disculpa... yo no quería...
- No. Discúlpame tú. Yo fui la que no pudo manejar esto...
- ¿Manejar qué?
- Creo que se entiende...
- Creo... –Dije, quitando mi mirada de su cara y mandándola al ocaso más naranjo del que tenga recuerdo.

Estábamos solos mirando como el mar se comía al sol por enésima vez. No la abracé. No la miré con cara de final de teleserie. No le tomé la mano. No le dije una palabra que fuera una especie Jaque Mate. No la traté de besar. Pero todo eso se me pasó por la mente en un segundo. Nos paramos, la fui a dejar. Nos despedimos con un beso en la mejilla sin pronunciar una palabra. Él me vio y no recuerdo haber sentido odio semejante alguna otra vez.




6 comments:

Remiso said...

te me pushiste romanticon. Yo cacho que a Ambar le gustan los trios, por que no le preguntai?.

Saludos.

Arturo Santanac said...

Ya pos Ambarcita... responda pue mijita....

(Si es un sí, me avisa ¿ya?)

Anonymous said...

No me gustan los trios. De q algunas veces me den ganas o que me llame la atencion Benja, es distinto...
D alguna forma algo hay formado, esa complicidad q existe entre el Benja y yo, es algo. Y por lo mismo le afecta tanto a mi pololo...

d todas formas, Benja, sabes muy bien meterte en las patas d los caballos y parec q incluso te gusta....

valeria said...

what's this???

Anonymous said...

>k ONDA AMBAR?

Anonymous said...

te habia dixo q m carga q antes d irte m digas algo y salgas sin dejarme oportunidad d responderte m carga???......

ummmmm......weno....me carga!!!

tendre q hacer algo al respecto...por q soy yo la q decide si responder o no... no??....

Besitos te qro y si qres m respondes.....byebye......