Friday, September 08, 2006

Afortunadamente me Tuvo que Pasar a Mí

1:58 am. Mañana, hoy me tendré que levantar a las ocho. ¡A las ocho! ¿Qué hago escribiendo a estas horas? No sé muy bien. Un poco de locura debe haber detrás de esto. Seguramente. Mi Winamp cargado con las canciones de Arctic Monkeys. Y lo que quizás sea que me mantiene despierto es la asombrosa coincidencia que hace un par de días me ocurrió.

Pero antes, algo que no he contado.

No soy un casanova, definitivamente no... mejor dicho soy un tipo sin polola que no busca una relación estable, pero está propenso y dispuesto a pasar buenos ratos. Dejémoslo así. ¿A qué va esto? A que dentro de mi universo volvió a asomar otra mujer como hace tiempo no ocurría. La verdad es que a veces quisiera que estas cosas no pasaran, cada vez que alguien se me mete en la mente, termina todo convirtiéndose en un tremendo problema. A veces preferiría que todo siguiera así, como un mar sin oleaje. Pero algo dentro mío, una especie de alarma se volvió a encender y otra vez fue a primera vista.

Trigueña de ojos achinados, piel blanca y la mirada más sensual que recuerde. Labios que sobresalen y que parecen ofrecer besos. La miro como si fuera el amor de mi vida. Nunca le he hablado, la verdad es que no me atrevo. Nunca he tenido la posibilidad de hacerlo. A nadie de mis cercanos le gusta, ni siquiera la encuentran atractiva. Camila se llama, lo supe por uno de esos contactos que uno siempre tiene...

- Me gusta ella... la chinita de ahí, la blanquita.
- Se llama Camila, pololea hace mil años, está súper enamorada.

Ella bien sabe que la miro mucho más que lo normal. Ella se sabe mirada y me observa con cara de enojada y yo hago caso omiso y continúo con esa guerra de retinas. Ella se defiende con indiferencia y yo intento imaginarme que me está devolviendo la mirada. Aunque sé bien que no es así. Sé que quiere que la deje de molestar, sé que le incomoda.

Es un sueño. Siempre digo eso de las mujeres que me gustan. Al principio todas las mujeres guapas parecen inalcanzables, pero algo de experiencia me ha demostrado que los imposibles, en estos casos, no existen. El que no se atreve no cruza el río. Y la mayoría no se atreve. Leí que salió un libro de autoayuda en el que se habla del flirteo. En él se dice, entre muchas otras cosas, que las mujeres más guapas, más llamativas para los hombres, son a las que es más difícil llegar, por la poca fe que nos tenemos los machotes, pero es justamente con ellas con quien se tienen mayores posibilidades de éxito. Hablemos de éxito igual sexo o algo así.

Agarré mi mochila y me puse a caminar. Iba atrasado como siempre. A las nueve cuarenta entraba y eran las nueve cuarentaiuno. Bajo a la subterránea estación Universidad Católica, pago mis ciento veinte y me encuentro con la sorpresa de que ella, Camila, está ahí. Ella me mira y se sorprende, yo hago lo mismo, no la saludé. El Toti llega justo y me saluda. Hola culiao... ¿tan tarde hueón? Le respondo con un monosílabo. Aún no me la creo.

Pasa una tarde... por primera soy capaz de entender que ella estaba ahí, porque vive cerca de ahí. Sería lo obvio, por lo menos. Le pregunto a la Chica -que conoce más gente que yo- me dice que sí, que la conoce, que supone que la conoce... que es la ex de su ex. Me da un poco de rabia, pero me interesa mucho que ella no viva a más de diez minutos de mi casa. El mundo es pañuelo, algún estúpido dijo eso alguna vez. Creo que le debe haber pasado algo similar.

No comments: