Monday, January 23, 2006

Capítulo 6

A veces me da miedo esto de estar empezando a hacer mi vida. Desde que volví de Nueva York he tenido que pavimentar mi camino con algún fin en específico. Ya nada es como antes. Ahora necesito ponerme a estudiar, tengo que cambiar el switch, cambiar el carrete por los libros y pensar que mi futuro queda mucho más allá que el próximo fin de semana. Sin duda he tenido que madurar bastante, a pesar de que no sé bien si es eso lo que quiero. En las noches me pongo a pensar si prefiero levantarme todos los días a las siete de la mañana para entrar a una sala de clases durante los próximos cinco años de mi vida, aguantando el estrés y la presión de una carrera universitaria, para luego trabajar y ganar dinero y comprarme una casa y un auto y tener una esposa e hijos, separarme, volverme a casar, jubilarme. Porque creo que eso es una vida normal. O si en realidad lo que quiero es tomar una buena mochila y ponerme a caminar en algún bosque medio abandonado en alguna parte perdida de América del Sur, viviendo de la naturaleza sin un destino fijo. Seguramente eso sería más entretenido. Estoy empezando a convencerme que mis necesidades de éxito le ganaron a las de mi felicidad.

Por el momento prefiero no darme tantas vueltas en lo que son mis ideales. Creo que me siento bien en la universidad y estoy tomando un buen camino. En realidad me siento bien cada vez que llego en la mañana y me doy cuenta que la Cata ya está sentada tomando apuntes. Si no fuera por ella, la cosa sería distinta, no me levantaría con tanto ánimo por las mañanas, ni me darían las ganas de ser el mejor de la clase, porque si es que por algo quiero tener unas buenas notas es porque mi sueño es tener algo con la Cata en medio de alguna noche de estudio, en donde yo le esté ayudando a estudiar los tópicos de las ideas en la redacción.

- Hola Benjamín, de nuevo llegaste tarde. ¿qué te pasó? –Por alguna extraña razón, la que me dijo eso fue la Cata.
- Emmm... Hola, ¿cómo estai? Es que me quede dormido, anoche me puse a repasar lo de redacción, eso de los tópicos de las ideas y me dieron las tres de la mañana, ¿a ti te quedaron claros?
- Sí. Son simples, es pura memoria.
- Ah. Que bueno. Igual me podrías ayudar con eso, porque en realidad no lo entendí mucho.
- Sí, ningún problema. También te quería pedir disculpas por haberte dejado hablando solo el otro día.
- ¿Cuándo?
- El otro día, en el Parque Intercomunal, es que había tenido un día horrible y no tenía ganas de hablar con nadie.
- No te preocupes, a todos nos pasa. Disculpa tú, por haberte tratado de “posmo”.
- Estás disculpado, aunque no creo que ser “posmo” sea tan malo. –me dijo semi-riendo.
- Seguramente no... ¿Tienes algún problema demasiado complicado?

(silencio)

- Disculpa, no quise preguntar...
- No, está bien. La verdad es que sí, tengo muchos más problemas de los que quisiera, como todos –me dijo mientras su cara se ponía triste.
- Quizás podamos hablar de eso, después de estudiar eso de los tópicos.
- Quizás.


Diván

La Cata tiene algunos problemas serios. Bastante serios. Pero me he dado cuenta que no existen muchas personas que no los tengan, en realidad la verdadera diferencia va entre quienes los pueden asimilar y aminorar y los que simplemente los toman como la perdición y el desastre total.

El papá de la Cata hace unos días se fue de la casa, llevaba veinte años casado con su primera esposa, la mamá de la Cata, y la relación de un momento no dio para más. Él es un tipo solvente económicamente, tiene varios departamentos en varias regiones en donde destaca el turismo y un par de propiedades en el extranjero. Un día cualquiera la relación entre los padres de la Cata se echó a perder. Al principio ella no sabía por qué ya no se hablaban, el ambiente en su casa era de esos que se cortaban con cuchillo. La Cata supo que el problema era por otra mujer, su padre se había metido con otra y de paso había tirado por la borda veinte años de feliz matrimonio, el problema mayor es que la otra es la hermana de la madre de la Cata, la tía de la Cata, la madrina de la Cata, la segunda madre de la Cata, lo que pareciera multiplicar el dolor y la angustia por mil. Esto pasó una semana después de entrar a la universidad. María Catalina Undurraga estaba destrozada, y por alguna razón yo estaba siendo el confidente de sus problemas, mientras simplemente me dedicaba a mirar y escuchar a la mujer más bella que había visto en vivo y en directo.



Tópicos de las Ideas:

1.- Definición. 2.- Partes. 3.- El género y especie. 4.- El origen y las causas. 5.- Los efectos. 6.- Atributos y cualidades. 7.- El estado: Estado del objeto o persona, condiciones actuales de ésta. 8.- Las acciones. 9.- Semejanzas o desemejanzas. 10.- Las relaciones. 11.- Las circunstancias. 12.- La finalidad. 13.- La utilidad. .- La conclusión.


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